viernes, 1 de noviembre de 2013

Análisis y reflexión sobre los Conceptos Básicos en temas de la Sexualidad

Un Análisis a partir de la Clase del Prof: Humberto González 

Conceptos Básicos en temas de la Sexualidad



Cuando nacemos nos identifican como niños o niñas, por nuestro Sexo, el órgano genital que se nos desarrolló el pene o la vulva, pero luego de esa identificación genital se adhieren un conjunto de factores asociados a la cultura, educación y/o religión de cada sociedad, pueblo o etnia. Van desde el color de ropa que usarás, el nombre que te colocarán, los juguetes con los que jugarás y las actividades que harás, la mayoría de estos factores que influyen en construcción de la personalidad son asignados por los demás, muy pocos son decisiones personales o individuales.

Pero cuando se crece, y se comienza a tener conciencia del propio cuerpo hay dos caminos que seguir, uno mantenerse con lo dado por los externos, por lo que nos rodea, por quienes nos acompañan en la vida, y dos, repensarse ya siendo consciente y decidir quedarse con eso o construirse una vida distinta. La primera opción es la más sencilla, no tiene tantos obstáculos, ni opositores, la segunda por su parte es un camino lleno de árboles frondosos que habrá que sortear para salir airoso. 

Cuando se decide continuar con lo impuesto por la sociedad o buscar algo distinto estamos refiriéndonos a dos conceptos fundamentales de la Sexualidad, Identidad de sexo e Identidad de género, el primero relacionado a la conciencia de saberse hombre o mujer según el sexo con el que nacimos y el segundo referido a actuar como hombre o mujer, según los roles que la sociedad asigna a cada género, siendo del género que se asume o no, es decir siendo mujer actuar como mujer, siendo hombre actuar como hombre o siendo mujer actuar como hombre y viceversa, decisiones que con conciencia se toman y que determinarán la identidad género. A estos dos conceptos podemos agregar la Orientación sexual que está relacionada con la inclinación de gusto y atracción por un sexo u otro que es lo que conocemos como heterosexualidad (atracción sexual por el sexo contrario), homosexualidad (atracción sexual por el mismo sexo) o bisexualidad (atracción sexual por ambos sexos). Todos estos conceptos están relacionados transversalmente por los valores, la moral, el deber ser y la cultura de los pueblos.


El sistema en el que la sociedad se ha desarrollado, ha generado las condiciones para que la norma sea la heterosexualidad, que una persona que nace con vulva se vista con determinados colores y prendas y asuma un conjunto de roles que corresponden por su sexo, primero por la influencia religiosa de la creación divina y que el patrón creado por el ser supremo (dios) es hombre y mujer para reproducirse y segundo porque al sistema le conviene, seguir reproduciendo las relaciones antagónicas y de lucha entre unos y otros (diferentes). Por lo que los hombre a quienes se les asignan roles donde deben hacer un mayor uso de la fuerza muscular, sean visto como los más fuertes y las mujeres que en sus roles no deben hacer actividades que requieran mayor esfuerzo, terminan siendo consideradas débiles, si seguimos en esta línea, en una relación que debe ser antagónica un hombre que es fuerte solo puede estar con una persona débil ergo mujer para dominarla, si esta regla no se cumple, sería una anormalidad. En la actualidad la norma está desapareciendo, y la anormalidad se ha normalizado. 

Por suerte la sociedad está yendo más allá de lo establecido y está colocando como primordial y fundamental sus apreciaciones, sus emociones y sus sentimientos. Están dejando de lado las imposiciones y están decidiendo que les gusta y que no, como ha debido ser siempre. Aunque la sociedad está muy acostumbrada a la normalidad impuesta y está muy cerrada y atemorizada a los cambios, que supongan la ruptura de una norma, están dándose los cambios. No se trata de que todos seamos homosexuales o bisexuales buscando la contraposición a la norma, pero si se trata de que cada ser humano en su individualidad pueda decidir que le da placer y que no, que ropa le genera comodidad y que actividades prefiere hacer, sin que eso pueda convertirse en el motivo de risa para otros y de humillación, denigración y estigmatización para sí mismo. 

Parafraseando a Herbert Spencer la educación tiene como objetivo formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, no para ser gobernados por otros, si queremos educar en sexualidad debemos hacerlo para que los niños, niñas y adolescentes decidan libremente el ejercicio de su sexualidad sin tabúes, sin imposiciones. En la medida en que esa educación cumpla su objetivo la sexualidad de los niños, niñas y adolescentes será más sana, libre, placentera.

Escrito por: Angeyeimar Gil

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