LAS HORMIGUITAS LABORIOSAS
Una
mañana de verano, una familia de hormiguitas conformada por mamá,
papá, dos hermanos: Gabriel y Daniel y una hermana carlotina, se
levantaban bien temprano, para iniciar su jornada diaria. Todos
vivían juntos en un espacioso hormiguero. Papa se levantaba bien
temprano, para ir a trabajar. Muy responsablemente se encargaba de
recolectar los alimentos necesarios, de manera de tener el sustento
en la temporada de lluvia, resguardarse en el dulce hogar y hacer
varios juegos juntos, en la época de descanso. A veces los niños y
la niña lo ayudaban, cuando no tenían clases.
Papa
era el primero en levantarse, montaba el café, para que mamá
sintiera el rico aroma; pues a ella le encantaba, y se despertaba con
mucho entusiasmo y alegría. Papa disfrutaba consentirla todos los
días!!! Mientras mama se aseaba, papa iba adelantando parte de la
preparación de los alimentos. A Daniel y Gabriel, también les
llegaba el rico aroma del café colándose, se levantaban, bañaban,
ordenaban sus camitas, y se incorporaban a la cocina; organizando
las loncheras que cada una se llevaría al colegio; la de papá para
su almuerzo y la de Carlotina, para la merienda del preescolar, y la
de mama para su merienda. Mientras los niños colaboraban, mamá
ayudaba a Carlota a bañarse y luego iba a terminar en la cocina
los detalles que faltaban, gran sorpresa que cuando llegaba a la
cocina, ya todo estaba listo. Papa iba al cuarto de carlotina, la
ayudaba a vestirse, amarrarse los zapatos y tender la cama. Por su
parte, mama conversaba en la cocina, con Daniel y Gabriel de como
durmieron, los llenaba de besos y abrazos antes de ir al colegio,
estos viendo tanta ternura le devolvían muchos besos, abrazos y le
decían lo mucho que la amaban. Papa aprovechaba un instante, para
cantarle a carlotina, de manera que se fuera animando a ir a su cole,
la abrazaba, besaba y le decía lo mucho que la amaba. Le contaba con
alegría, lo que ella significaba, para todos los miembros de la
familia.
Al
terminar…todos y todas; compartían un rico desayuno, dándole papa
a los dos niños sus dosis de abrazos, besos y mucho amor. Luego
Daniel, Gabriel y Carlotina se iban en el transporte al colegio. Los
dos se encargaban de ayudar y cuidar a Carlotina mientras llegaban al
colegio. Mama se quedaba en casa descansando pues tenía
inconvenientes de salud. Papa hormiga se iba caminando con sus
amigos a trabajar en el bosque, para recolectar la mayor cantidad de
alimentos. Un día papa tuvo un inconveniente, luego de recoger gran
cantidad de granos de arroz, el viento soplo fuertisisisismo y se
dispersaron por todo el bosque. Esto lo enfureció y al llegar a casa
estaba muy molesto. No dio la bendición a los dos niños y a la
niña, tampoco le dio el beso tierno a mama. Entonces mama le dijo:
¿Qué te pasa mi amor, Hoy no tuviste un buen día?, con mucho amor
y dulzura le dijo: recuerda que somos un gran familia, a pesar de las
dificultades que tuviste, todos estamos aquí, para ayudarnos y
apoyarnos mutuamente. Hoy yo te traeré agua tibia, para que te
relajes y mañana conversaremos bien.
Esta
reflexión de mama hormiga, lo hizo pensar y concienciar,
que hay que buscar el espacio armónico, para expresar con
asertividad lo que nos incomoda. Logro entender que a pesar de las
vicisitudes que ocurran afuera del hogar; al llegar a la casa,
encontrará un ambiente lleno de armonía, dulzura y mucho amor, que
lo ayudarían a superar todas las adversidades.
Al
día siguiente, mama, papa, los dos niños y la niña se reunieron,
para conversar acerca de lo sucedido. Papa les dio sus disculpas a
todos y prometió que con amor diría todo lo que le agrada y
desagrada. En equipo decidieron que a través del amor, la
comprensión y la tolerancia a las diferencias, se entenderían mejor
y lograrían solucionar todos sus problemas. Concluyeron que cada día
es importante Agradecer a Dios por todos los regalos maravilloso y
sobre todo por permanecer unidos y fortalecidos espiritualmente.
Y
colorí, colorado este cuento se ha
terminado.
JEIDYS M. TURIZO
MODULO: III
DIPLOMADO DE EDUCACIÓN SEXUAL
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